viernes, 11 de abril de 2014

¿Ser precavido o obtener más beneficio económico?


El caso del Madrid Arena lleva abierto desde el 1 de Noviembre de 2012 y desde el principio dijeron que había en aquel lugar mucha más personas de las permitidas, pero hoy se ha conocido que vendieron 22.000 entradas y el aforo era de 10.600 personas.
Cuando lo leo la noticia pienso, ¿cómo alguien puede vender 22.000 entradas sabiendo que el aforo de personas permitidas es de 10.600?

El organizador de la fiesta celebrada aquel día en el Madrid Arena se le presentó un dilema moral: Si vendo más entradas de las permitidas, en el Madrid Arena no se podrá ni respirar pero, también sacaría más beneficio si vendo más de las que debo, ¿qué puedo hacer?
Para muchas personas, entre ellas yo, no me sería ningún dilema moral porque directamente pensaría en no vender más de las que debo, porque yo ya hubiera pensado e imaginado en las terribles consecuencias que ocurrirían si aquello sobrepasa casi el doble, su aforo.
Pero en mi opinión, al organizador de la fiesta no se le ocurrió pensar en las consecuencias de vender más de la cuenta y eligió el camino fácil, sacar más beneficio. Tras esta mala decisión murieron cinco jóvenes.

Puede que si el encargado de vigilar las 94 cámaras del Madrid Arena no se hubiera dado un "paseo" por el lugar, hubiera estado en su puesto y cuando vio la avalancha hubiera avisado a emergencias, se podría haber salvado la vida de alguna de las jóvenes pero, por desgracia, este hombre no estuvo en su puesto.

Hay muchos factores que determinaron la catástrofe en el Madrid Arena y demasiadas cosas salieron mal pero, creo que el principal problema fue la venta excesiva de entradas.
La decisión que tomo Miguel Ángel Flores, el organizador de la fiesta, causó estas cinco victimas. En mi opinión el responsable de las victimas es el señor Flores y por culpa de su "inadecuada" decisión moral ocurrió todos los factores que, como resultado, acabo en una catástrofe.

Quiero concluir este crédito diciendo que, en cualquier ciudad de España se sobrepasa en alguna discoteca o local el aforo permitido pero, cuando la persona que esta organizando la fiesta se da cuenta de que hay más personas de la cuenta, cierra la entrada y no deja pasar a nadie, a no ser que salga gente. Creo que los responsables de esa fiesta, deberían haber hecho eso, pero por su error murieron cinco jóvenes.

Hasta el dilema moral más "pequeño" puede desencadenar la mayor catástrofe.

María Quesada, 4ºC.

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